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El ginkgo biloba
Lo más importante y básico a la hora de
querer mejorar el rendimiento intelectual mediante ayudas externas es
controlar la nutrición. Pasemos a dar algunos consejos fundamentales en
lo que concierne a la alimentación. Primero de todo, antes de realizar
cualquier tipo de actividad, no se debe comer copiosamente. Después,
hablando de la composición de la comida, se deben tomar los
carbohidratos justos para mantener un rendimiento cerebral óptimo (la
glucosa es el alimento del cerebro), siempre sin excederse. Nada de
carbohidratos de alto índice glucémico (azúcar de mesa,
dulces, cereales refinados, pan, etc), puesto que se transforman rápidamente
en glucosa, lo cual provoca una gran producción de insulina, que a
su vez hará descender rápidamente el azúcar en sangre, con el
consiguiente cansancio y aletargamiento. También ocurre así una elevación
en los niveles de serotonina, el neurotransmisor tranquilizador y
estabilizador, que puede producir más adormecimiento. Antes de la
actividad necesitamos lo contrario, elevar los niveles de dopamina y
noradrenalina, neurotransmisores activadores, lo cual se consigue con una
comida rica en proteínas con poca grasa, para no dificultar la
digestión (carne de pollo, pavo, claras de huevo, pescado blanco, etc).
Es evidente que tenemos que consumir una cierta cantidad de
carbohidratos, pero deben ser de bajo índice glucémico, como por
ejemplo legumbres,
frutas, verduras, para evitar lo expuesto antes.
Hemos hablado ya de
algunas sustancias
que pueden mejorar nuestras facultades intelectuales. Una bastante interesante es el ginkgo biloba,
que se extrae de las hojas del ginkgo, un árbol antiquísimo, conocido
por la medicina china desde hace milenios. Su propiedad más conocida es
la mejora acusada de la circulación sanguínea, por frenar la
acumulación de plaquetas y relajar los vasos sanguíneos, motivo por el
cual fue introducido en la medicina occidental. De todas formas, es muy
ignorado por la medicina convencional, más preocupada por recetar fármacos
fuertes elaborados y patentados por laboratorios farmacéuticos,
mientras el ginkgo, por ser sustancia natural, no puede ser objeto de
patente. La mejora de la circulación se ejerce fundamentalmente sobre
dos zonas interesantes para todos: el cerebro y los órganos sexuales.
Al mejorar la irrigación cerebral, mejora las capacidades disminuidas
del anciano y potencia las todavía no tan disminuidas del adulto.
Parece ser que activa la producción de neurotransmisores encargados
de la actividad física e intelectual: dopamina, noradrenalina y
acetilcolina. Por eso es un suplemento interesante para el trabajador
intelectual,
ya que mejorará su rendimiento, vivacidad mental y memoria.
En cuanto a la otra indicación (el
sexo), al mejorar la circulación en los genitales mejora las erecciones
en los varones y aumenta el flujo sanguíneo en el aparato reproductor
femenino, con mayor facilidad para excitarse. También aumenta la
producción de ATP, la molécula que proporciona energía a todas las células,
y se ha demostrado que tiene propiedades antioxidantes frente a una gran
cantidad de radicales libres.
Como siempre decimos, no hay que
esperar resultados milagrosos en un solo día. No se trata de
estimulantes ni de Viagra, por lo que se debe tomar regularmente durante
largos periodos de tiempo, preferentemente con el estómago vacío, 15
minutos antes de las comidas, 2-3 veces al día. Es muy difícil que sea
tóxico, incluso ingerido en grandes cantidades. En caso de ingerir un
frasco completo, algo muy raro por su sabor amargo, podría darse dolor
de cabeza por la vasodilatación, pero raramente algo más grave.
Siempre hay que advertir que puede haber personas alérgicas al
producto.
Advertencia
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