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  El gin-gin
 


El ginseng y el ginkgo biloba son dos excelentes suplementos naturales para mejorar el rendimiento físico, intelectual y sexual. El ginseng es un adaptógeno, es decir, una sustancia que ayuda al organismo a adaptarse a todo tipo de situaciones, regulando la secreción de adrenalina y de otros neurotransmisores según se necesiten. El ginkgo biloba también influye positivamente sobre la transmisión cerebral, además de mejorar la circulación sanguínea en este órgano; por eso su consumo potencia las capacidades cognitivas. Consumir los dos suplementos citados (gin-gin) permite, por un lado, obtener mejores beneficios, y por otro tener que tomar menor cantidad de cada uno. El ginseng debe ser del tipo rojo coreano, y hay que asegurarse de que la caja presente el sello de importación de Corea. El mayor problema con este suplemento es que muchas marcas lo venden de mala calidad, o incluso rellenan las cápsulas con cualquier producto estimulante (como por ejemplo cafeína), con lo que el usuario sólo consigue ponerse nervioso y excitado, pero no siente el beneficio deseado. En cuanto al ginkgo, puede consumirse en forma de polvo encapsulado, consultando al farmacéutico o herbolario para que nos recomiende una marca fiable.

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Principales propiedades del ginseng:

Ansiolítico y antidepresivo. Al ser un adaptógeno, ayuda al organismo a responder correctamente a la situación ambiental en la que se encuentra, estimulando o tranquilizando según se necesite.

Por esa misma razón es un buen agente antiestrés y antifatiga, aportando la energía necesaria para afrontar las situaciones difíciles de la vida diaria, y evitando a la vez caer en estados de nerviosismo.

En la misma línea de lo comentado, aumenta el rendimiento físico y retarda la aparición de la fatiga, gracias a la mejora de importantes procesos orgánicos, como la utilización de la glucosa y la producción de ATP (energía para las células). Otros efectos energéticos que se le atribuyen son el aumento de utilización de oxígeno por las células, de la producción de sangre en la médula ósea y de la síntesis de proteínas, aunque son puntos no demostrados.

Es vasorregulador y normaliza la presión arterial.

Potencia la síntesis de hormonas sexuales, con un efecto positivo sobre la sexualidad. La mejora que origina en la circulación sanguínea también contribuye a este efecto.

Favorece el rendimiento intelectual, la concentración y la memoria, gracias a su acción beneficiosa sobre los neurotransmisores.

Si alguien está pensando en consumir ginseng, lo más adecuado es comenzar con dosis mínimas e ir incrementándolas semanalmente hasta alcanzar lo recomendado, que podrá variar de acuerdo con su potencia y forma de presentación. De esta forma se evitarán la mayoría de los efectos secundarios que pudieran surgir. No hay que olvidar que no hay nada totalmente inocuo y que no siempre es cierta la afirmación de que lo más natural y menos procesado es mejor que lo que nos ofrece la química. Así, personas sensibles a este suplemento pueden sufrir, con su consumo, dolores de cabeza, insomnio, hipertensión y urticarias, signos de que muestran intolerancia al producto y de que no deberían tomarlo.

 

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