Conceptos previos
¿Piensa usted que su
mente está por encima de toda influencia física y química? ¿Está
convencido de que fue creada por algún ser superior y que por esta
razón es una entidad inmaterial y separada del cuerpo? ¿Cree que la
mente es de naturaleza espiritual y no material?
Si es así, dejando a un lado las creencias -siempre respetables-
estará ignorando, voluntaria o involuntariamente, décadas de avances y
descubrimientos científicos que prueban lo contrario.
¿Es usted de los que creen que con sólo estudiar y
practicar ejercicios de entrenamiento mental va a mejorar su
inteligencia? ¿No estará olvidando que el cerebro es una parte del
cuerpo -la más importante- y que su funcionamiento tiene lugar en
neuronas y sinapsis, mediante transmisión eléctrica y química?
El cerebro no es una entidad inmaterial, sino un órgano
físico y químico, y está sobradamente demostrado que sus facultades
pueden mejorarse con la administración de una larga serie de sustancias
(naturales y químicas: plantas, alimentos y productos de síntesis),
todas ellas con escasos efectos secundarios posibles, menores que los
medicamentos de uso común (analgésicos, antibióticos,
psicofármacos...).
Todas las personas activas están interesadas en mejorar su
rendimiento físico e intelectual (y probablemente también el sexual). Hay
una serie de fármacos, alimentos y suplementos nutricionales que pueden
ayudar a superarse. Se trata de las drogas inteligentes, denominación
bajo la que se engloba una gran cantidad de productos con ciertas
características comunes: aumentan el rendimiento, no son adictivos,
carecen prácticamente de efectos adversos y pueden adquirirse más o
menos fácilmente. A pesar de esto, se trata de sustancias poco
conocidas. Nuestro objetivo es hablar de ellas e informar sobre sus
propiedades y sobre cómo usarlas.

Cantidad
de información inédita sobre drogas inteligentes
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